jueves, 26 de mayo de 2011

c. Distribución asentamiento maya

i. Asentamiento histórico








Se han definido los estadios culturales mayas en tres períodos: Preclásico, Clásico y Posclásico.


· Período Preclásico (1800 a.C . - 250 d.C.)


Fue en tiempo del Preclásico, cuando los mayas formaron una sociedad y establecieron las bases de su civilización. La información del Preclásico Temprano (del 1800 al 1000 a.C.) es limitada, gran parte de este periodo esta marcado por el cultivo más que por la construcción y el uso de la piedra que no sobresalió, por lo que las construcciones en este periodo fueron simples, sin estructuras grandes. Se construyeron casas de palos de madera formados en un ovalo y tejados de paja de palma para proteger la casa. La cocina estaba al aire libre o incluso en otra casa pequeña.


El Preclásico Medio se sitúa entre 1000 a.C. y 300 a.C. Este periodo esta marcado por un gran numero de construcciones y asentamientos. Durante este periodo algunos asentamientos de los primeros días del Preclásico se vuelven ciudades. Empiezan los mayas de este periodo a establecerse en otros lugares, lejos de la costa y edifican sus ciudades.


El Periodo del Preclásico Tardío abarca de 300 a.C. a 250 d.C. y está marcado por un explosivo crecimiento de la población y la construcción de ciudades más grandes donde, con el uso de la piedra, se construyeron palacios, templos y pirámides. Se ha identificado un aumento definido en la tecnología agrícola incluso las técnicas de la irrigación en este periodo. La red de comercio maya también empezó alcanzando las grandes proporciones en esta época.


Este periodo determinó el establecimiento de gobernantes. El poder de los señores mayas es una parte substantiva de la historia del periodo Clásico, sin embargo todo empezó en el Preclásico y durante los siguientes dos mil años los principios de majestad y la vida espiritual que rodearon a las elites gobernantes dominaron la vida maya.


En este periodo destacaron las ciudades de Maní, Dzibilchaltún, Komchén, Izamal, Tikal, Copán y Chichén Itzá, entre otras.


· Período Clásico (250 - 900 d.C.)


En este periodo, el proceso cultural de los mayas alcanzo su máximo desarrollo, tanto en el campo tecnológico, como en el social, económico, político, religioso y artístico. La población había crecido y la agricultura se había desarrollado notablemente. Se levantaron terrazas en las zonas montañosas; en territorios con ríos, lagos o lagunas se construyeron canales de riego y aumentaron de esta manera la superficie cultivable tanto para la producción de productos básicos como para el consumo y el comercio. Los centros crecieron de manera espectacular. Con los nuevos adelantos se diversifico mucho mas y surgieron los artesanos especializados en distintos aspectos culturales; también se incremento el comercio que, poco a poco, había facilitado el desarrollo económico y que ahora, en el periodo Clásico, permitía el intercambio no solo con pueblos del área maya, sino también con otros pueblos de Mesoamérica, consolidándose entre El Peten y el valle de México un activo comercio.


La actividad arquitectónica fue de gran relevancia, puesto que se construyeron sitios con centenares de edificios, algunos con numerosas habitaciones; pirámides monumentales de hasta 70 metros de altura, numerosas estelas y monumentos con fechas de cuenta larga e inscripciones jeroglíficas en las que se dan referencias a hechos históricos.


Todas estas actividades se realizaron bajo la dirección y supervisión de la clase dirigente que había establecido un gobierno teocrático en el que residían los poderes civiles y religiosos, los cuales estaban íntimamente ligados. La clase dirigente, una minoría, se sostenía de los tributos que le entregaban los campesinos y los artesanos. Su poder se extendía por toda una región, y lo ejercían a través de de un sistema burocrático bien organizado que llegaba hasta los lugares mas alejados.


Los funcionarios controlaban las actividades productivas, la vida material y espiritual de las poblaciones, alcanzando las obras públicas y santuarios ya referidos. En este periodo, algunas de las ciudades que florecieron fueron: Coba, Uxmal, Izamal, Kabah, Loltun y Acanceh entre otras.


En las grandes ciudades mayas del Clásico la población se encontraban dispersa en forma parecida a los suburbios de los centros urbanos concentrados y el centro contaba con conjuntos de edificios públicos, templos, adoratorios, palacios, pirámides, monasterios, juegos de pelota, observatorios, plataformas, etc., se hallaba dispuesto alrededor de patios y plazas. No todas las ciudades mayas tuvieron la misma importancia. Fueron centros urbanos de primer nivel Tikal, Copán y Chichén Itzá; de segundo, Uaxactún, Yaxchilán, Piedras Negras, Palenque; de tercero, Ceibal, Tayasal, Tzibanché, Tulum, Labná, Yaxuná; y de cuarto Lacanhá, Bonampak, la Isla de Jaina, etc.


· Periodo Posclasico (900 - 1521 d.C.)


El Periodo Posclásico marca el ocaso de la civilización maya. Mientras algunas de las regiones todavía alcanzaron un crecimiento, la mayoría de ellas entraron en un rápido declive o como en la tierras bajas del sur, en un completo estado de abandono. Este periodo simboliza una gran división entre los mayas y se convierte en una etapa muy militarista. Los días de gloria desaparecen y los rituales ceremoniales que una vez dominaron su cultura se hicieron cada vez menos importantes.


El colapso, aunque tuvo un carácter general, no tuvo un desarrolló homogéneo. Así, en la zona norte, los mayas sobrevivieron a la catástrofe que provoco el abandono de las ciudades de la zona central y continuaron su desarrollo durante el periodo Posclásico afectados por las influencias culturales de grupos extranjeros que irrumpieron en la región; uno de ellos, acaso el principal, fue el de los mayas chontales o putunes que procedían del sur de Campeche y del delta de los ríos Usumacinta y Grijalva. Por su ubicación en esta región del Golfo de México, estos mayas estaban influenciados por vecinos de habla nahuatl por lo que constituyeron una cultura llamada maya-tolteca. Ciudades notables de este período de esta zona fueron Chichén Itzá, Uxmal y Mayapan.


Mucho se ha especulado sobre cuáles pudieron ser las causas de la decadencia y extinción del Viejo Imperio maya, pero hasta ahora ninguna ha llegado a consolidarse totalmente. Entre las principales cass que se señalan están los frecuentes y fuertes temblores de tierra que experimenta la región; un cambio climático que trajo consigo una alteración en el régimen pluvial, el cual dificultó los cultivos y volvió menos sana la zona; epidemias de paludismo y de fiebre amarilla; el fracaso del sistema agrícola por efecto del abuso del desmonte; las luchas del pueblo contra el grupo minoritario de sacerdotes y nobles, etc. Probablemente todas tengan algo de verdad y el colapso maya tuvo su razón de ser en la confluencia de varias de ellas.


Después del colapso, hacia el año 987 llegó a Chichén ltzá el caudillo tolteca Ce Acatl Topilzin Quetzalcóatl. La historia sintetiza la larga travesía de este personaje desde su lugar de origen hasta Yucatán, y refiere que, fugitivo de sus enemigos de Tula, en el altiplano de México, se dirigió, en unión de un grupo de sacerdotes, guerreros y servidores, a la parte del Golfo de México que era la región natural de los chontales putunes, grupo bastante influido ya por la cultura náhuatl; poco tiempo después, los putunes itzaes lo acompañaron en la última parte de su recorrido, puesto que ya conocían bien la región y dominaban gran parte de ella desde el año 918; por eso se menciona en las crónicas que hubo dos entradas de los itzaes a Chichén Itzá. Quetzalcóatl, que aparece en los relatos nahuas como un personaje mítico, casi como un dios, es conocido en las crónicas mayas como un personaje histórico con el nombre de Kukulkán, que significa serpiente emplumada.


El recién llegado grupo tolteca introdujo innovaciones culturales diversas: religiosas, artísticas, políticas, sociales, etc. Una muy importante de orden político fue la creación de una confederación, la llamada Liga de Mayapan, organizada entre los años 987 y 1007 e integrada por: los itzáes establecidos en Champotón (Chakanputún), los cocomes de Mayapan y los xiúes de Uxmal.


Cerca de 200 años de vida tuvo la Liga del Mayapan. Duró hasta que, por rivalidades políticas y económicas, surgió la lucha entre Chichén ltzá) y Mayapan, absteniéndose de tomar parte en la contienda los xiúes. Mayapan salió vencedora de la contienda y tuvo la preponderancia política durante los dos siglos y medio siguientes (años 1194-1441), constituyendo una verdadera tiranía cocom. Pero, en 1441, los jefes mayas sometidos a los cocomes, no soportaron más la tiranía de éstos y, aliados a los xiúes, atacaron Mayapan y terminaran con el gobierno centralizado. Se produjo entonces una desorganización política completa. Los grandes centros fueron abandonados y Yucatán se dividió en muchas provincias pequeñas que vivieron en pugna constante. Este fue el principio del período de desintegración en donde junto a los conflictos internos se añadieron en el siglo siguiente calamidades naturales que empeoraron cada vez más la situación: un huracán (1464), una epidemia de peste (1480), la alta mortandad debida las a guerras (1496) y las plagas (1516).


Después de la caída de Mayapan ante las tropas castellanas, el Señor de Chichén ltzá se retiró hacia el sur y estableció su nueva capital en Ta' Itzá o Tayasal situada en una pequeña isla en mitad del lago Petén. Fue el último reducto maya que resistió el asedio de los españoles hasta el año 1697.








ii. Asentamiento actual


En la actualidad existen millones de personas que conservan la cultura maya y existen también muchas razas. Gran parte de los mayas se encuentran situados en Guatemala y parte de México. La gran mayoría de ellos han conservado lo que son los aspectos cotidianos de esta cultura, otros por otra parte el idioma y otros tantos la totalidad de la cultura en general.

Pero si hacemos un avance en el tiempo y nos trasladamos en la actualidad, podemos ver que los mayas, afortunadamente, no desaparecieron con la conquista española. Han sido resistentes al cambio y al olvido y conservan hoy en su cultura profundas raíces y debemos congratularles si cabe, por haber convivido durante más de quinientos años con las dificultades que lo hicieron haciendo frente y oposición a la mano de la civilización occidental que quiso dominarlos.

No hay que olvidar tampoco, que los mayas no han podido evadir del todo las grandes transformaciones a nivel global, que ha sufrido el mundo occidental durante los últimos años. Han tenido tantos encuentros y desencuentros con distintas facetas de la cultura occidental, que podemos describir el desarrollo de esta cultura maya como un proceso que no ha sido equilibrado, es decir, que ha sufrido distintos cambios a lo largo de su proceso, de su formación.



Las modificaciones que han obtenido los diferentes grupos mayas han variado en consecuencia de su ubicación geográfica, de modo que, en las zonas aisladas las modificaciones han sido menores. Sin embargo, los grupos que han tenido mayor contacto con occidente han percibido cambios sustanciales en todas las áreas en diferentes ámbitos –tanto en la organización política de los pueblos, como en su vestido, su alimentación, sus herramientas de trabajo e incluso sus fiestas y formas de celebrar sus ceremonias-.

Lo que hoy en día conforma la actual fisonomía maya se configuró de forma paulatina desde hace más de quinientos años. Este proceso, pero, se vió intensificado en el siglo XIX cuando se impusieron fronteras arbitrarias y artificiales entre comunidades que tradicionalmente habían permanecido unidas, o al intentar fundir pueblos que nunca habían compartido el mismo territorio.
A partir de estos hechos, en la zona maya actual habitan personas de diferentes culturas y que son hablantes de una gran diversidad de lenguas.
Estos grupos mayas hoy en día conviven con todo tipo de culturas como por ejemplo los pueblos indígenas de otras formas lingüísticas o los pueblos mestizos.

Los estudios e investigaciones aproximan que hoy en día subsisten por lo menos veintiocho lenguas indígenas, que tienen un origen común, pero pertenecen a once grupos lingüísticos diferentes que se han distribuido por todo el área maya.
Dejando de lado todo esto, aún hoy es posible reconocer en la cultura maya una base de origen prehispánico que se niega a desaparecer como por ejemplo la forma de entender y vivir el mundo, los sistemas de curación, las prácticas agrícolas y las relaciones de parentesco.


Actualmente, las comunidades mayas enfrentan nuevos retos –se enfrentan a la tendencia general hacia la globalización y la homogeneización del planeta, entre otros-. El neoliberalismo de nuestros días amenaza con desintegrar comunidades indígenas enteras, pero por supuesto, estos pueblos tienen nuevas formas de identidad colectiva y de organización, pues viven una problemática socioeconómica y cultural muy compleja dentro de su cotidianidad.


En diversas localidades mayas, como Chichicastenango, Santiago Atitlán o San Juan Chamula, la población vive tanto en el pueblo como en caseríos dispersos por los alrededores, y en las afueras están las tierras de labor, donde se cultivan legumbres como el maíz, el frijol, la papa y la calabaza. El mundo que rodea al pueblo miraculosamente aún tiene connotaciones sagradas, ya que el indio sacraliza desde antiguo los espacios naturales. Y algunos montes cercanos, los ríos y las cuevas son todavía lugares de culto.



1 comentario:

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